(Ante la ausencia de nuestro cronista me atrevo a contaros mi película particular en el recorrido del grupo A)
Estupenda climatología a la salida nº 20, anticipo del verano, aún así todavía algún friolero con manguitos, y algún fotodepilado con culotte largo, y algún reincorporado tras los examenes.
El grupo principal inició la etapa algo tarde, con 10' minutos extras de saludos y comentarios, aunque ya iba por delante un grupo de previsores madrugadores. Mucha tranquilidad al principio, quizás demasiada, nos faltaba Carlitos, y claro comentarios al respecto, todos orgullosos de que otro miembro del club haya portado nuestros colores por los Pirineos y se haya graduado en la QH, enhorabuena!!
Poco a poco sin embargo la tranquilidad se va esfumando (quizás convirtiéndose en respecto) y sin darnos cuenta, con el Halcón Callejero (alias pitufo enterao) al comando se va acelerando la marcha, se nos pasa la primera hora de etapa y a 27 km/h nos encontramos en pleno ascenso de calentamiento a Galapagar, donde se hace la selección con Alberto y su amigo italiano a la cabeza del grupo acompañados por José Luis, Pedro y Fernando, y algo más rezagados, José Antonio y yo, que asustados ante un José Luis sin tractor hoy decidimos conservar algo de fuerzas.
Una vez arriba, reagrupamiento en la rotonda, con algún tirón de orejas a más de un listillo que quería acortar hacia Guadarrama sin pasar por El Escorial, aún así alguno se le escapó a nuestro gendarme especial de hoy, Félix que nos acompañó con su coche. También mención especial a L.Alberto y Jesús R., uno reportero gráfico y el otro piloto de la furgo del club. (Parece que el título de fotógrafo del club está muy cotizado este año).
Al paso por Galapagar se nos unen Ángel e Hiban, y entre unos y otros el ritmo sigue vivo, muy vivo, y la 2ª hora de etapa, devoramos otros 29 km (incluso al coger alguna vía de servicio por la M-600, pensé que alguno paraba a la gasolinera a repostar, o a cambiar de ruedas o bici, que los espadas estaban en todo lo alto) con lo que nos plantamos en un santiamén en Guadarrama, más de uno deseando que empezase el puerto para ir a su aire, no así por Agustín que sigue aguantando lo que le echen para maravilla de todos.
Y comenzó el puerto, con la mayoría ya bastante cascados, nada bueno hacía presagiar la presencia de una pareja de águilas, dando vueltas alrededor de la carretera, por un momento ¿serán buitres, tan mal voy? pero para mi alivio, estaban esperando reverentemente a que pasasen los alutxeros para lanzarse por un cadáver reciente de un conejo atropellado.
Delante mía se van Ángel, José Luis (claro, sin tractor mejor ¿verdad?), Ángel, el italiano, Pedro e Hiban, que nota los piques y sprints anteriores al comienzo del puerto, incluso durante un momento lo rebaso (¿qué está pasando aquí?) y me anima a que siga remontando, espejismo que no me llegue a creer, al rato ya estaba Hiban recuperado y me volvía a pasar, aunque esta vez sí que hice mi mejor subida al León (3:20 mejor que la mejor de 3 subidas el año pasado, +12% potencia) y tenía más cerca a los escaladores, casi a la vista en muchos momentos.
Una vez arriba no me dió tiempo a ver a mis seguidores, pues tras un vacile de Alberto de ir a las 7 revueltas, me decidí a acompañar a Alberto, Ángel y a José Luis hasta San Rafael pues nos supo a poco El León. No era la primera vez que bajaba, pero no deja de sorprender y agradar a la vista el magnífico y fresquito pinar.
Y tras el postre de la subida desde San Rafael, a dejarse deslizar cuesta abajo del León por un magnífico asfalto a 80 por hora, y aquí me desquité de mis acompañantes escaladores para plantearme con alguna ventajilla al desayuno. Claro está no batí la velocidad punta del HC, 86 km/h, que gustosamente no dejó de recordarme, y claro eso dejándose llevar, que el año pasado llegó a 90 km/h.
Y tras un merecido desayuno, ¿que podría tocar hoy a la vuelta?, pues tras una pequeña tregua hasta poco más de Collado Villalba, llegó el momento de los rodadores, y en el terreno de los toboganes, vía de servicio y rotondas, poco propicio a los relevos, tocaba hachazo tras hachazo y palo!, palo!, palo!, para hacer una más de 35 km en la hora final, sin enterrar el hacha hasta la rotonda final de ciudad de la imagen. José Luis comentó que el HC, José Antonio, Andrés, David E. y yo le habíamos traído con la lengua fuera a él y a Fernando, pero en la cuesta de Pozuelo, entre la gasolinera y la rotonda hacia la carretera a Carabanchel, nos demostró que aún tenía gas. Y sin quejarse en ningún momento por el ritmo, allí estaba Agustín, quitémonos el sombrero nuevamente.
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